martes, 6 de agosto de 2019

Mi segundo embarazo y cuarto positivo

 
Ha sido tan rápido que prácticamente ni me lo esperaba, pero la fórmula para conseguirlo ha sido la misma que con mi bebé, relax.
Han sido prácticamente 3 meses de búsqueda, y el mes en que decidimos prescindir de los tests de ovulación y hacerlo cuando apeteciera (más a menudo y en días alternos, jajajaja) ha sido el mes que más lo hemos disfrutado y menos nos hemos preocupado. En unos días nos íbamos a la playa a descansar y eso hace mucho. Si había embarazo nos enteraríamos de vacaciones.

No tenía demasiadas expectativas pero me metí unos 3 tests de embarazo, ya que los compro en paquetes de 15 puedo permitirme hacerme alguno antes de tiempo. El ansia viva por saber!!, antes de tener a mi bebé me martirizaba hacerme test y guiñar los ojos por ver una pequeña marquita, ahora en parte me daba una tregua, ya que con un bebé tan pequeño un embarazo se me hacía cuesta arriba.

La manera de enterarnos ha sido rara, y la sorpresa ha estado diluida... Como he dicho antes, eso que seguro que has hecho tú también de poner los ojos en modo microscopio para intentar ver una marca, pues es lo que me pasó a mi una mañana, en mi día 27 del ciclo (mis ciclos son de 32-35 días). Era muy pronto, pero el ansia viva es lo que tiene. No aparecía nada. Lo guardé, en lo que me quité el pijama, me lavé la cara y me peiné, lo volví a mirar, no me dio impresión porque como véis la primera tira tiene una línea muy tenue, y lo primero que pensé fue en la línea de evaporación.

 
Al día siguiente repetí, y volví a ponerme en modo microscopio, la línea era algo más clara, el señor J también la veía, no eran imaginaciones mías. Al día siguiente volví a hacerme el tercero. Estaba claro, había embarazo. Pero el señor J que es muy precavido, insistió en esperar dos días más y comprar otro en la farmacia, es el que tenéis en la cabecera. Le falta un luminoso.
 
El ansia viva ha hecho que no esperara, que no fuera una sorpresa, que no buscara el momento para decírselo y disfrutar de la noticia. Es mi destino que eso no ocurra nunca, y no pasa nada, pero hemos estado unos días en silencio dándole vueltas, no ilusionándonos por si no era, y hoy por hoy, estando de 6 semanas, no se lo hemos contado a nadie, tenemos algo de miedo, y hasta que no haya ecografía en un par de días no lo comentaremos con a familia.
 
Por lo demás empecé inmediatamente con la maldita Progesterona, estoy con náuseas casi todo el día,  muy muy cansada, me dormiría constantemente en cualquier sitio, tengo muchos mareos y me encuentro mal en general, con algún momento sin molestias, pero con un cansancio que no se me quita.
 
Qué diferente es un embarazo con teniendo ya un hijo. Este fin de semana no hemos hecho mucho en particular, y mis ganas de tumbarme y dormir, sentarme a descansar eran constante, pero tengo un bicho que acaba de aprender a andar, y todo lo toca y todo lo coge, o simplemente desaparece y todo queda en silencio... Horror!
 
 
La eco será en dos días, estaré de 6+5, no creo que se oiga latido, pero al menos veremos que hay, porque eso de que los segundo embarazos se notan antes... madre mía, tengo la tripa de casi 4 meses que tenia con el enano. Iremos actualizando.
 
Señora S

 
 
 
 

viernes, 17 de mayo de 2019

¿Y si buscamos otro bebé ya?

Eso nos preguntamos el señor J y yo hace un par de meses. Estamos locos, es el momento, qué locura, se llevarían poco, la logística será un caos... Y así ha estado mi cabeza durante muchos días, mi bebé va a cumplir un año en un mes y yo me encuentro preparada física y mentalmente para afrontar otro embarazo, principalmente porque creo que me lo tomaría de una forma más relajada, tanto la búsqueda como el propio embarazo. En este caso la experiencia hace mucho.
Pues así estamos, despacito pero con buena letra. No tenemos prisa, ya que tenemos margen, pero si nos toca volver a pasar por un par de años de altibajos en la fertilidad, mejor empezar ya.
He vuelto a los test de ovulación y creo que me traen malos recuerdos, es posible que prescinda de ellos, se me da mejor escuchar a mi cuerpo que mirar rayitas.
He empezado a tomar Ovusitol D, me regula los ciclos y tiene ácido fólico, mi nivel de alcohol también lo he rebajado y el señor J está tomando mucho tomate natural (ha leído que mejora la calidad del esperma...).
Iré contando como se nos da la búsqueda, y si esta vez ocurre como debería ocurrir siempre.

Señora S

lunes, 25 de marzo de 2019

Alimentación complementaria II

 

Hace poco leí un artículo sobre Alimentación Complementaria que decía que el Baby Led Weaning Mixto no existía y que además era peligroso y confundía al niño. Por supuesto no estoy de acuerdo y creo que tengo que escribir este post para todas aquellas madres en mi situación y que sí quieran hacer BLW Mixto.
Lo siento mucho, pero mi experiencia (en la vida en general) me dice que no todo tiene que ser blanco o negro, que el todo y el nada, el siempre y el nunca, no son buenos según en qué cosas.
Mi primera experiencia fue con la lactancia, para mi no ha sido teta o biberón, han sido las dos cosas.

Pues en la alimentación complementaria también, ¿sólido o triturado? Pues las dos, oiga!

El BLW me ha llamado mucho la atención desde que estaba embarazada y leía artículos sobre ello. Me preguntaba si me atrevería, si mi bebé sería capaz, qué le ofrecería, y sabía que al menos lo intentaría. El problema es que al mundo le da igual que te hayas convertido en madre, la vida sigue, y te das cuenta de que la conciliación es una mierda, y que lo ideal sería estar el primer año con tu bebé, pero eso no puede ser, al menos en España. También me di cuenta de que el método BLW es de aplicación única y exclusivamente por la madre, a veces por el padre, pero no esperes que la abuela se quede tranquila viendo a su nieto tener arcadas, y por supuesto no lo sugieras en la escuela infantil, porque es un "No" rotundo. Por lo tanto se hace imposible que el niño coma exclusivamente sólido. ¿Entonces? ¿Si no estoy las 24 horas con mi hijo y le doy yo de comer no se le podría dar sólido? ¿El BLW no es compatible con una mamá que trabaje fuera de casa? Según a quién escuches no. Pero siempre hay alternativa.

En mi caso, yo solo desayuno y ceno con mi bebé, come y merienda en la guarde, y eso no ha evitado que coma sólido siempre que esté conmigo. Desde los 6 meses le ofrecíamos sólido el 90% de los días. Por supuesto que aprovechaba los fines de semana para darle más sólido y para que probase en la comida y la merienda lo que quería introducir en la cena de la semana. Ya que los alimentos nuevos no deben probarlos por la noche, para que estemos despiertos ante una alergia. En las cenas, le dábamos su puré mientras el otro reparaba la cena y cuando había terminado nos sentábamos los 3, y a él le poníamos un poquito de sólido, lo que fuera, una patata cocida, zanahoria, etc. Al principio todo muy cocido y blandito, y aún así acababa en el suelo la mayoría de los días. En el desayuno siempre le daba un poquito de mi pan con tomate, sin sal, y le encantaba. Pero el pan es la estrella de los sólidos para todos los niños, hagan o no BLW.
Es verdad que se hace pesado, manchan mucho, hay días que le dan arcadas y no te apetece verlo, hay días que tiene más sueño que hambre, lo que has preparado con cariño acaba por las paredes, pero esto es cuestión de ofrecer, ofrecer y ofrecer. Nunca le obligamos, ni para el puré ni para el sólido, por lo que no se convierte en un drama, y al niño le encanta ver venir su plato con la comida. Lo estruja, lo mira, y lo prueba. Ver como lo saborea y lo disfruta no tiene precio.

3 meses después, desayuna su porción de pan de centeno con aceite y tomate, y su biberón. Para cenar, estamos reduciendo la cantidad de puré porque se pone nervioso por empezar con el sólido, que suele ser verduritas al vapor con AOVE, unos macarrones, tortilla, salchichas caseras, pescado, etc. No se confunde, no se atraganta, alguna vez se mete mucha cantidad y alguna arcada le da, pero sigue sin problema, y para nosotros está siendo más llevadero, porque aunque coma poco del sólido, se le caiga más o juegue y no le apetezca comer más, su ración de alimento la tiene.
Lo bueno de estas edades es que suelen probarlo todo, todo es nuevo y cuando sean mayores ya empezarán con los ascos y con el "no me gusta".
El cambio para comer sólo sólido está siendo progresivo, y si tuviera que volver a hacerlo lo haría igual, de forma mixta.
Los cubiertos son una asignatura pendiente, ya que cada vez que le damos una cuchara la usa de juguete, si le pinchamos la comida en un tenedor la quita y se la come con la mano, pero la vajilla para niños con ventosa han sido una salvación. Os dejo el enlace del plato con compartimentos, es de Twinkle,  y los cuencos de colores son de Munchkin.

En cuanto a recetas, me gustan las cosas sencillas, rápidas, sobre todo hablando de cenas... Por lo que me he inspirado mucho en páginas como http://blwrecetas.com/, https://naturalwean.com/recetario/ y https://www.aplicandoblw.com/category/recetas/. Pero una vez empiezas a hacer recetas de este estilo me ha dado por innovar e inventar, y anoche me marqué una tortilla con brócoli y orégano que estaba de muerte. De hecho me hice una para mi con un poco de sal.

Os animo a que practiquéis BLW, se a mixto o no, que cuanto antes se empiece mejor, de hecho el mejor día para empezar es hoy.

Señora S.

jueves, 21 de marzo de 2019

El sueño de mi bebé


El tema del sueño es por excelencia de lo más duro, más difícil y el mejor negocio dentro la maternidad/paternidad. Al principio nos pilla de sorpresa, inexpertas, con las hormonas revolucionadas, y la desesperación nos tiene entretenidas hasta que sin darnos cuenta el tiempo pasa, y las malas noches también.
Que levante la mano la que en los dos primeros meses (o los 15 primeros días) no ha consultado a San Google las técnicas para que duerman más, y sin mucho éxito solo han conseguido sentirse frustradas y que sus bebés también lo estén. Yo he tenido en mi lista de deseos de Amazon muchos libros sobre el sueño infantil sin decidirme cuál comprar.
Por desgracia yo tampoco voy a aportar el secreto del sueño infantil, me he ido quedando con lo que me ha cuadrado y me ha funcionado. Y aunque mis técnicas me han servido bien, eso de que cada niño es un mundo es cierto. He oído infinidad de historias, me han contado muchos casos, de hecho estábamos tan preparados para lo peor que estamos maravillados con nuestro bebé.
Mi bebé tiene ahora 9 meses y se duerme en la cuna directamente, sin brazos, 10/11 horas, con un despertar (como mucho 2), una siesta después de comer de 1 hora y media/2 horas y a veces otra de 40 minutos por la tarde.
Voy a enumerar los pasos y las claves que nos han llevado a tan estupenda situación, y espero que le sirva a alguien, aunque sea a dar un pequeño paso:

Lactancia: con este punto solo quiero aclarar que los 2 o 3 primeros meses es normal que se despierten cada dos horas (a veces menos), y que la única solución que vi para que los 3 durmiéramos mejor era el colecho y/o una cuna de colecho, y la hemos mantenido casi hasta los 3 meses. Ha sido la única manera de dormir más y al menos no desvelarnos tanto. De hecho en los dos últimos meses cuando ha estado con fiebre por alguna vacuna o con los dientes, si se despertaba varias veces o estaba nervioso le he metido en mi cama le he puesto a la teta y se ha quedado enseguida y durante casi toda la noche, la suelta, la busca, y así.

Guardería: notamos un pequeño cambio, pero es verdad que allí los niños hacen una cosa y en casa otra. Lo que es verdad es que después de comentarles al inicio que dormía boca abajo simplemente meneándole el culete (cosa que no era del todo cierto), en la fiesta de navidad la profe nos dijo que se dormía solo. Por lo que eso a mi me dio la clave: es capaz de dormir solo. Lo que allí hará será protestar un poco y al ser varios niños sabrá que no puede ser atendido siempre, y se dormirá (puro instinto de supervivencia). Pero en casa sabe que yo no le voy a dejar llorar, y protesta un poco más. El caso es que la guardería aporta rutina y horarios, y sobre todo desgaste de energía...

"Duérmete niño": El famoso método Estivill. Los libros que habrá vendido este señor... la cantidad de niños que han aprendido a dormir (por las malas)... Pues muy bien, esto no es para mi. Yo no me siento cómoda implantando una rutina a base del llanto de mi hijo y que aprenda que por mucho que llore no le servirá de nada, que se vea solo, que nadie esté con él cuando más cansado está, que nadie le ayude a dormirse. No rotundo. No creo que a base de dejar llorar a un niño sea una buena manera de enseñarle absolutamente nada.
Para quién no lo conozca, su método resumido es dejar al niño llorar en la cuna, y cada noche tardar un minuto más en entrar a atenderle...

Rutinas: Ésta sí diría yo que es la clave. Desde que tenía un mes y medio implantamos sobre las 20:00 baño/bibe/dormir. Le dormíamos meciéndole en la hamaca. pero hace más de un mes, en vez de dormirle en el salón, mientras veíamos la tele, vamos a su habitación, luz tenue, le leemos un cuento (o 4), un beso y a la cuna. En la hamaca en 2 minutos estaba dormido, por lo que el siguiente paso ha sido meterle en la cuna despierto, sentarnos al lado y moverle ligeramente el culete mientras hacemos "shhh.. shhh...". 5 minutos. Con cuentos 10.
Si ese día está más nervioso y roza el llanto, se le coge 30 segundo para tranquilizarle y de nuevo a la cuna. Le he cogido máximo 2 veces. -Si te pones nerviosa pide cambio a tu pareja.-

Despertares: Para empezar a quitarle la teta por las noches, cuando se despertaba le metimos dos biberones, uno se lo daba yo sobre la 1 y otro su padre sobre las 5 (casi siempre a las mismas horas). Si se despertaba más le daba teta. Llevamos varias noches en las que se salta el segundo bibe. Normalmente sus despertares desde los 6 meses han tenido una razón: mocos, toses, caca, o dientes. Con los dientes poco se puede hacer, aunque hemos tenido dos noches que hemos tirado de Paracetamol por lo desesperado que estaba, y ha sido lo único que ha salvado la noche. Mocos y toses han sido sobrellevados con humidificador, cebolla y vips vaporus para bebés en pecho y planta de los pies. Si durante el día no ha hecho caca o solo a primera hora, el Señor J se sienta en el sofá antes del cuento y le sube las piernas un poco, normalmente acabamos con pastel.
En general si se despierta no queda otra que brazos o teta.

Siestas: Cuanto mejor duerma por el día, mejor dormirá por la noche. Esto nos lo hemos grabado a fuego, comprobado y más que comprobado. No le despertamos si se hecha una siesta de 3 horas, que suelen ser los domingos que hay matronatación y para él es una paliza, y si la siesta es de media hora, porque le duelen los dientes, intentamos retomar la siesta en una hora o cuando le veamos frotarse la cara y tocarse la oreja. La siesta de la tarde que suele hacer cuando hay guarde, no suele durar mas de 30/40 minutos, pero en ese caso sí solemos despertarle para que no duerma más de una hora.

Respeta su sueño: igual que hemos respetado su apetito y no le obligamos a comer para que la hora de la cena no se vuelva una tortura, con el sueño igual. No quiero decir que si el niño quiere estar jugando hasta las 11 lo hagamos, no, pero primero le conducimos hasta el punto de sueño y luego le ayudamos a dormir. Si alguien te metiera en la cama según has terminado de cenar y te dijera "A dormir!", ¿serías capaz de hacerlo? No, nadie lo es. Te relajas, ves la tele, lees un libro, y te vas relajando para poder llegar al punto de cerrar los ojos y dormirte. Pues aunque muchos niños suelen tener la capacidad de tumbarse y dormirse, lo normal es que haya que ayudarles a relajarse.

Paciencia: En estos 9 meses me he dado cuenta de que la maternidad viene con una gran dosis de paciencia de serie, para absolutamente todo. Si quieres que tu hijo aprenda algo, ve en esa dirección, no vayas en la contraria porque nunca dará la vuelta por si solo. ¿Quieres que se duerma con un cuento?, cuéntale el cuento, TODAS LAS NOCHES; ¿quieres que se duerma a las 21:00? entrar en su habitación a las 20:45, TODAS LAS NOCHES. Y así con todo.

Con esto quiero decir que los niños y sobre todo los bebés solo conocen lo que tú les has enseñado, por lo que si implantas otra rutina, acabaran cogiéndola. Te costará 2 días, 2 semanas, o 2 meses, puede que por la propia rutina, o puede que por la propia maduración del sueño, pero la victoria llegará.
Aunque estés cansada, aunque lo fácil sean los brazos, la cama de mamá o lo que quieras eliminar de la rutina, se fuerte, siempre desde el amor, pero camina en esa dirección y tú hijo te seguirá.

Señora S.




miércoles, 23 de enero de 2019

Alimentación Complementaria I

Vamos quemando etapas y esta me hacía especial ilusión además de miedo y expectación. ¿Purés, BLW, alergias, le gustará como cocino, se adaptará a la cuchara? Mil cosas se me pasaban por la cabeza y creo que me preparaba para lo mejor y lo peor.
El problema que he tenido es que me incorporaba a trabajar al poco de que hiciera los 6 meses y quería que fuera a la guardería habiendo probado la mayor parte de los alimentos que suelen dar allí.
Una vez más mi hijo me ha vuelto a dar una lección. Se ha adaptado fenomenal a todo, y cuando digo todo, digo pures, papillas, fruta, trozos, vasito de aprendizaje, en casa y en la guarde.
Y el resumen que voy a hacer es de solamente un mes y medio.
En una visita al pediatra para la vacuna del rotavirus pregunté por la introducción de la alimentación. Aunque ya me había leído varios artículos (algunos contradictorios), quería el visto bueno de la pediatra para empezar con 5 meses y medio, y alguna indicación más. Me dijo que me relajara, que si quería empezar ya que lo hiciera, que un alimento nuevo al día y sin presiones, ni para él ni para mi. Un consejo genial, y así lo hice.

Empezamos con papilla de cereales sin gluten. Lo de la cuchara le extrañó al principio, y en vez de abrir y tragar, succionaba, pero le gustaba el sabor e intentaba pedir más. Al principio solo eran un par de cucharadas, y luego su bibe, o en otra ocasión, un chupito de bibe y luego papilla.
A los 2 o 3 días le hice un puré de patata y zanahoria, muy cocido y muy fino. Al principio ponía caras y saboreaba, es algo nuevo pero no le disgustaba. No se enfadaba porque sabía que su bibe estaba ahí.
Al día siguiente introduje las judías verdes, al siguiente probé a hacerle la papilla de cereales con un trocito de pera triturada, al siguiente con manzana. Y así cada día.


En pequerecetas.com he encontrado
muchas ideas deliciosas
 
Está a punto de cumplir los 7 meses, y ya ha probado pollo, conejo, pavo, ternera, calabacín, calabaza (le encanta) brócoli, judías verdes, puerro, manzana, pera, plátano y mandarina.
Hace 15 días metimos el gluten, un cacito en cada papilla y con leche materna congelada, leí que la leche materna ayudaba a adaptarse al intestino al gluten, no se si será verdad, pero no me costaba nada hacerlo así.
Ya le hemos dado un trozo grande de pan para que chupe, saboree y aprenda a tragar las miguitas que va desprendiendo. La mandarina ya la ha probado en trocitos pequeños, y algún gusanito ha caído en casa de la abuela. Sin problemas, le da alguna arcada cuando lo nota en la garganta pero lo gestiona bien. Los fines de semana seguiré dándole cosas sólidas para que saboree, como el aguacate, el plátano maduro o una zanahoria cocida.

También he comprado comida hecha, potitos de Hero, Nestlé, y los de fruta del Mercadona. Para cuando estoy fuera de casa o para una emergencia necesito saber que puedo estar tranquila en que se lo comerá. Y le gusta todo.

El biberón ya se le damos después del puré. Para comer puré con carne y para cenar solo verdura, merienda fruta y de momento solo lleva un cacito de cereales en el bibe de la mañana. También hemos introducido el vasito de aprendizaje de Munchkin, le gusta mucho y se le da fenomenal. Lo compramos en Amazon y os dejo el enlace por si os interesa.

Seguiremos metiendo verduras, frutas, nos falta el cerdo y el cordero, y en un mes más o menos meteremos el pescado y las legumbres.
Antes del año hay que introducir el huevo y para entonces espero que ya estemos comiendo sólidos y podamos comer todos lo mismo y no pensar en diferentes platos para nosotros y para él, así nos obligamos a comer mejor.

Señora S.

lunes, 14 de enero de 2019

Carrito TucTuc Plume


La experiencia es un grado, y rompe principios. Yo siempre quise un carro grande y estable, y ahora me he visto mirando pesos y dimensiones...
Hemos pasado 4 meses y medio con un Bebecar HipHop, (puedes ver el post aquí) que a pesar de ser muy buen carro, no era para nosotros y no volvería a comprarlo. Me puse a curiosear las sillas de paseo para cuando mi bebé fuera más mayor. Pero me encontré con que había sillas de paseo válidas desde el nacimiento, y las posibilidades se abrieron.
Estaba deseando pasar a algo más ligero y de plegado rápido y en una pieza, pero los requisitos según mi experiencia acotaban mucho la búsqueda:
  1. Reclinado en 180º, la mayoría de carros tienen la forma en L y simplemente se giran hacia abajo, como ya he comentado, mi bebé duerme boca abajo y tiene que quedar totalmente recto.    
  2. Posición de la silla hacia los padres y hacia el mundo. Al ser tan pequeño aún no puedo/quiero ponerle hacia fuera.
  3. Manillar de barra, no se porqué razón aún existen los de dos manillares. Yo muchas veces voy con una mano y no podría girar con dos manillares.
  4. Plegado de cabina, este término lo acabo de descubrir, y por lo visto la gente que viaja mucho en avión ha hecho que las marcas creen sillas que se plegan de una forma más cuadrada y compacta, apto para llevar como equipaje de mano en un avión.
  5. Válido desde el nacimiento. No quiero esperar más!!
  6. Precio lógico y razonable. He visto algunas maravillas por 800/1.000 € por las que no pienso pasar.
Y todo esto me lo da la TucTuc Plume:

Solo compramos la silla, que nos costó 420 € (barata no es). El capazo no lo cogimos pero está en unos 140 €. Y no descartamos comprarlo para un futuro hijo.
La compramos en negro, ya que las telas que trae no nos convencían y el negro nos combina con todo.

Pesa en total unos 7 kilos, y puedo cogerla con el niño dentro y subir y bajar las escaleras del portal sin ningún problema.
Tiene una cesta amplia, el manillar es regulable y la altura máxima es cómoda para personas altas.

Hemos comprado una funda para el manillar, ya que parece de una especie de goma frágil que de meterlo y sacarlo del maletero nos durará poco.





Empezamos usando el saco de invierno de Bebecar, pero le quedaba muy grande y hemos comprado el de TucTuc y estamos encantados.



El plegado se hace con un solo movimiento (más la reclinación del respaldo) muy fácil y rápido, por lo que meterlo y sacarlo del maletero es muy fácil y cómodo.



 Por poner una pega diría que las ruedas son demasiado pequeñas y los baches y bordillos por los que paso todos los días antes los pasaba con un todo terreno y ahora los paso con un Twingo... 😂


Os dejo con un vídeo que lo enseña más a fondo:



miércoles, 21 de noviembre de 2018

Carrito Bebecar Hip-Hop


Este ha sido el primer carrito de mi bebé. Sí, he dicho el primero, antes de los 5 meses ya hemos cambiado. Si alguien busca opinión sobre éste en concreto espero que le sea muy útil. Intentaré ser clara y fiel a mi criterio.
Después de mucho mirar, teniendo claro lo que queríamos y lo que no, pero con 0 experiencia, nos decantamos por este carro, el Bebecar Hip-Hop, con el capazo XL, silla, bolsa a juego y saco de invierno. Todo esto por 1.100 €. Ahí es nada...
Es un carro de gama media-alta, con tela antimanchas y con unos acabados y detalles que lo hacen diferente al resto. Incluso antes de comprarlo me llamaba la atención si me cruzaba con alguno en la calle.
Lo resumiré en Pros y Contras.

Pros:
  • Es muy estable por su peso, unos 13 kilos, no tiembla ante suelos irregulares.
  • Ruedas grandes, genial para bordillos altos y baches.
  • Ligereza de movimiento, se maneja muy bien con una mano.
  • Plegado intuitivo, con un solo movimiento y sin agacharse.
  • Materiales de primera, tanto el chasis como la parte textil son de calidad.
  • La bolsa es amplia, sin llegar a ser un maletón.
  • El capazo es muy grande, 73 cm de alto.
  • La silla se reclina 180º sin quedar en forma de L (importante para recién nacidos o bebés que duermen boca abajo).
  • Frena muy bien.
  • El saco de invierno es muy gordito.
Contras:
  • Para meterlo en el maletero tenía que meter el capazo o la silla por un lado, el chasis por otro y las ruedas por otro. Con prisas o el niño llorando imaginaros el percal...
  • Al ser muy pesado cagarlo por las escaleras del portal se hace engorroso.
  • Las ruedas son tan grandes que teníamos que quitarlas para poder meterlo bien en el maletero.
  • El plegado es de risa, si tienes una berlina 4 puertas, este no es tu carro.
  • La bolsa, a pesar de ser amplia, no tiene bolsillos, solo una rejilla interior, pero sin compartimentos más pequeños para llaves o cosas pequeñas.
  • El capazo es muy pesado y el asa para transportarlo puede fallar y cerrarse mientras transportas al bebé.
  • La silla también es bastante pesada.
  • Tuvimos que comprar un colchón para el capazo y otro para la silla, puesto que eran muy duros y yo no habría aguantado ahí sentada ni media hora.
  • El freno es tan duro que para quitarlo tienes que hacerlo con la mano, ya que con el pie no se puede.
  • El saco de invierno no viene incluido.
  • Los corchetes en los que se sujeta la bolsa se sueltan constantemente y tuve que ponerle otros 2. La bolsa cuesta 150 €...

Como veréis las cosas buenas también pueden tener su parte negativa, y es que a pesar de lo que me gusta este carro, no se si volvería a comprarlo. Quizá si mi portal tuviera rampa, o si mi coche fuera un todo terreno o una monovolumen quizá sí, pero dado su peso y sus dimensiones me he visto obligada a cambiar de carro.
También decir que en este mundo de los carritos (o de la puericultura en general) encontrar un establecimiento que te asesore es muy difícil. O están para vender lo que tú ya sabes que quieres comprar, o ir a una tienda a preguntar las diferencias en los modelos de la marca supone ver a la dependienta con cara de pocker. En el Corte Ingles salieron del paso diciéndome algo que después descubrí que no era cierto, y en otra tienda que distribuía Bebecar, escribiéndoles un email (dándole tiempo para informarse) directamente me pasó el teléfono del representante para que le preguntara, ahí con ganas de trabajar...

Próximamente haré otro post del carrito que ha sustituido a este, y que nos ha facilitado mucho la vida, aunque con sus peros.

Señora S.


jueves, 8 de noviembre de 2018

Mi lactancia

 
Cuántas veces me pregunté por qué había tanto artículo, tanto libro, tanto en torno a lactancia, cuántas veces pensé que le daban demasiada coba a algo tan simple como "se llena la teta de leche - el niño se toma la leche- y vuelta a empezar". Ilusa...

En el hospital

Se enganchó a los 10 minutos de nacer, después de que lo viera el pediatra, me lo colocó y le metió mi pezón en la boca. Fue un poco brusco pero entiendo que es importante conseguirlo cuanto antes. Nunca olvidaré esa primera sensación, era un poco doloroso, hacía mucha succión, estaba estresado, acababa de pasar por una experiencia muy mala. Pero fue una sensación muy bonita.
Las horas posteriores no fueron como imaginé, tenía hambre, quería estar constantemente enganchado y me faltaba práctica en la postura. Era muy pequeñito y yo muy primeriza. Pero el Señor J me colocaba una almohada debajo o me levantaba la cama cada vez que lo necesitaba.

Nació un martes, el jueves seguía sin subir la leche y la succión cada vez era más dolorosa. Por lo que el ginecólogo vino y nos enseñó como alimentarle con leche artificial sin interferir en la lactancia: le ponía al pecho y me tiraba la leche por encima para que resbalara hasta su boca. La cosa era engañarlo y cuando succionaba me tiraba la leche, (me puso perdida). Pero el principal problema es que se quedaba dormido constantemente, y nos pasábamos la toma intentando despertarle.
Le vio el pediatra y me dijo que si en un par de días no me había subido la leche que le diéramos biberón. Las hormonas me hacían negarme y no querer que mi lactancia peligrase. Pero el ginecólogo volvió a verme para darme el alta y me contó las consecuencias de que no me subiera la leche. Deshidratación y desnutrición que podrían crearle problemas muy graves a nivel intestinal y neuronal.

En cuanto llegamos a casa el viernes el Señor J bajó a por un bote de leche a la farmacia.

Las primeras semanas

Ahora lo entiendo todo, creo que no he consultado tanto internet como con la lactancia. Poquitas cosas crean tanta inseguridad como el saber si tu hijo se está alimentando bien. Le dábamos un biberón de 30 ml después de mamar, pensando que si lo rechazaba estaría saciado, pero lo aceptaba la mayor parte de las veces. No se lo dábamos en todas las tomas, pero sí en la mayoría. Me arriesgaba a que rechazara el pecho, pero seguía ofreciéndoselo constantemente, en cuanto le veía con signos de hambre, sin dejarle llorar.
Empecé a sacarme leche solo para comprobar cuanto producía, y luego se lo dábamos en un biberón. En este primer mes no conseguí sacar más de 30 o 40 ml.

Las noches eran matadoras, ya que comía cada hora u hora y media, alguna vez hacía 2 horas.
Quería dejar la lactancia a cada momento, el cansancio y el dolor me estaban matando. No me salieron grietas pero los pezones me ardían como en carne viva y el roce de algunas camisetas me quemaba. El Purelan se convirtió en mi mejor amigo, tenía un bote en el salón y otro en el dormitorio.

 La única manera de producir más leche es poner mucho al bebé a mamar y/o sacarte la leche. Y esto lo subrayo por todos los bulos que circulan por ahí de superalimentos, hierbas, homeopatías y jugos mágicos. Solo la buena alimentación hará que haya una buena producción y de buena calidad.

Primer cumplemes

Estando en la playa tuve momentos buenos y malos, no estaba en casa, pero tenía a mis padres cerca y cuatro manos más ayudan. Lo único que me dejaba tranquila del todo es lo rápido que estaba cogiendo peso, hubo semanas de medio kilo, el resto entre 300 y 400 gramos, cuando lo que me dijeron fue entre 150 y 250 gramos a la semana.

Al poco de cumplir el mes decidí­ establecer su primera rutina: a las 8 de la tarde el baño, un biberón y a la cama. Aunque era muy pequeño, todos los dí­as así­ y poco a poco me di cuenta de que fue una muy buena decisión. Habí­a dí­as que nos daban las 11 de la noche, pero en menos de un mes estábamos cenando a las 21 o 21:30, y ese momento de descanso lo era todo para mi.

Seguía con dolor en el pecho, sobre todo cuando empezaba a mandar, luego iba pasando. Fuimos eliminando biberones, en plena noche ya no le dábamos y por el día se tomaba un par de ellos, contando el de la cena. Yo aún así me sacaba la leche, y cuando juntábamos una cantidad de 60 ml ese era el biberón que le dábamos.


Dos mesecitos

Volvimos a casa para sus primeras vacunas, las de los dos meses. Esa fue la primera vez que comprobé lo de la "tetanalgesia". El dolor de la vacuna lo curó mi pecho, o al menos lo alivió.
Empezó a hacer tomas más espaciadas y ya no se dormía tanto, el pecho ya no me dolía casi nunca y la técnica de sacarme discretamente la teta en cualquier sitio estaba dominada.
El señor J se incorporó a trabajar y eso para mí supuso unos días malos y creo que mi bebé también lo notó.
Las noches empezaron a ser bastante buenas, dormía 12 horas con 4 tomas aproximadamente. Muy llevadero.
Pero por el día se empezó a hacer difícil descansar, unos vecinos estaban de obras, esas obras que duran meses, que tiran paredes y que dan golpes desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Estábamos a finales de agosto, y en la calle no se podía estar a partir de las 11. Lo que por suerte me obligó a coger el coche por primera vez yo sola. Lloraba mucho por estar solo y atado, pero



enseguida empezó a acostumbrarse, porque me pasaba horas paseando por los centros comerciales. Aire acondicionado, sofás cómodos, salas de lactancia no tan cómodas, baños y sitios donde comer algo.
Lo único con lo que tenía que tener cuidado era con los aires acondicionados, taparle a él y taparme a mi cuando estuviera mamando.

Los 3 meses

Dos días antes de que cumpliera 3 meses me incorporé a trabajar a media jornada. Que locura! pensaron muchos, pero hice esto precisamente por él. Mi trabajo es de horario partido de 9 a 14 y de 16 a 19, lo que supone estar 10 horas sin ver a mi bebé. Incompatible con la lactancia materna. Por lo que estaría toda la mañana con él, y solo estaría con las abuelas 2 horas hasta que llegara el Señor J.
Otra rutina que intenté establecer sin mucha presión es que durmiera la siesta a las 14 de la tarde, así podía comer justo antes de irme a trabajar y para las 19:30 ya estaría yo para darle un chupito antes del baño.
Si había comido mucho no le daba y como mi pecho venía cargadito de estar casi 4 horas sin sacarme me lo sacaba y así dejaba un biberón de mi leche para el día siguiente.
Como dormía bien, el mismo día que me incorporé a trabajar le pasamos a su habitación. Nos lo puso fácil, no notó la diferencia. Me puse un sillón para darle el pecho allí, y aunque me tenía que levantar de la cama descansábamos mejor, mi hijo es muy ruidoso durmiendo, sueña mucho y se mueve, y de esta manera el vigilabebés solo se activaba con un quejido más alto.
Al final de los 3 meses empezó la llamada "Crisis de lactancia" o "Crisis de crecimiento", mi bebé se enfadaba mucho mientras comía, quería comer más a menudo y mi pecho empezó a molestarme cuando llegaba a casa de lo hinchado que estaba.

Los 4 meses

La famosa crisis puede durar varias semanas, con días mejores y días peores, pero mi cuerpo se adaptó y podía sacarme hasta 120 ml de leche. Mi bebé tuvo noches de solo pedir 2 veces y otras 3 o 4, pero ya no quería dejarlo, me veía capaz de llegar a los 6 meses aunque tendría que cortarlo antes, ya que al poco de cumplir los 6 meses me incorporaría del todo y la lactancia no es compatible con mi trabajo.
A una semana y media de hacer los 5 meses quise correr mucho y cometí el error de adelantarle a mi bebé los cereales (sin gluten, claro). Le dí a probar una papilla pequeña, a medio día después de la teta, dos cucharaditas de cereales con unos 40 ml de mi leche. Que rico! Se reía y se relamía. Le encantaban. Solo lo comió dos días. Las dos noches que pasamos fueron para olvidar. Se despertaba cada hora, a veces cada media hora, estaba muy incómodo y se tiraba constantemente pedos que olían mal, cosa rara en él. No le estaban sentando bien, y la intención era introducir los cereales y quitar alguna toma de pecho para poco a poco ir destetando y que por la noche nos durara un poco más.
He rectificado una decisión por primera vez, y ha sido por querer correr. La pediatra me dijo que lactancia exclusiva hasta los 6 meses y eso es lo que intentaremos hacer.

Aunque me quedan todavía varias semanas está cerca el comienzo del destete, que por supuesto será gradual y respetado, sin ofrecerle pero sin negárselo, con ración doble de mimos y con la participación más activa de papá.
La lactancia es difícil pero bonita, alimentar a tu bebé con tu cuerpo no tiene precio.
Sacrificada pero muy cómoda, no tengo que preparar nada para salir de casa.

Si en algún momento te has sentido como yo y has querido dejarlo, hazlo, pero hazlo convencida, solo porque tú y/o tu bebé queréis, que no te pueda la culpa, que la sentirás, pero también te digo que si quieres seguir, es lo mejor que puedes hacer por tu bebé y te mando todo el ánimo posible para continuarla.

Señora S.

















lunes, 1 de octubre de 2018

El temido posparto


¿Veis esta montaña rusa? Pues así fueron mis primeros 15 días emocionalmente hablando.
Durante el embarazo me crucé con muchos artículos y posts sobre el posparto que no presté atención, imaginaba que serían unos días cansados, algo doloridos, etc. Pero resultaron más que eso. Ni que decir que si no hubiera tenido puntos todo habría sido diferente, pero aún así son unos días totalmente horrorosos.

De la lactancia no diré mucho porque me gustaría dedicarle una entrada a ella sola, tiene chicha. Pero fue un añadido al cansancio y al dolor.

Las visitas. Qué mal llevé las visitas!, y parece que si dices que no vengan eres mala persona, pero la sociedad ha creado una especie de obligación de conocer a los bebés nada más nacer que no es bueno para nadie, y menos para una madre que se siente como una leona protegiendo a su cachorro ante los peligros del mundo. Sobre todo la gente mayor, tíos y abuelos son menos flexibles en eso. Cedimos un poco porque en 15 días nos queríamos ir a la playa y estar allí un mes. Pero a Google pongo por testigo que si tengo un segundo hijo no admitiré ninguna visita hasta pasados al menos los 15 días del posparto, le pese a quien le pese. No volveré a ver a un hijo mío recién nacido pasando de mano en mano, solo para hacerse la foto, que llore por hambre o sueño y le importe un carajo a quién "le toca cogerlo". Nunca más.

También pagué la novatada nocturna. Cuando se despertaba encendíamos la luz, nos sentábamos le cogíamos, le daba el pecho, gases fuera, y acunarlo para volver a dormirlo. No dormíamos en toda la noche. Al cabo de una semana pedimos por Amazon una cuna de colecho, dudamos en comprarla porque nos dejaron una minicuna, pero fue lo mejor decisión que tomamos. Cuando se ponía nervioso o soñaba solo tenía que mover un brazo, y cuando le tocaba comer  le acercaba a mi pecho y comía mientras yo me quedaba en duermevela, terminaba y si no se quejaba no le sacaba gases y le volvía a mover a su cuna, no me tenía que levantar ni encender la luz.

Todo era una novedad y tenía muchas dudas, nos estábamos acostumbrando los 3 a la nueva situación. Pero cada cosa que hacía, ya fuera bañarle, cambiarle, vestirle o arroparle me suponía dudas, constantes preguntas de si lo estaré haciendo bien, sintiéndome culpable por infinidad de cosas. Yo no soy así. Pero en ese momento lo era. Una vez leí que en el hospital cuando te entregan a tu hijo te dan también una mochila cargada de culpa. Que poco a poco tienes que ir aprendiendo a eliminar.

Se supone que tenía que estar ilusionada, pero estaba muy cansada. Parecía que no mejoraría nunca y algún día rompía a llorar preguntándome por qué no me sentía la mujer más feliz del mundo. Hasta me sentía culpable por no estar exultante de felicidad. Para mí, mi marido tenía la culpa de todo, y todo lo hacía mal, pero a la vez sin él no podía hacerlo. Fue un apoyo muy grande, supo capear el temporal muy bien, porque estoy segura de que no fui la mejor compañía esos días.

Pasados 15 días (aproximadamente) nos fuimos a la playa, estábamos solos, relajados, y ahí empecé a enamorarme de nuevo de mi bebé y de mi marido.


Señora S

jueves, 27 de septiembre de 2018

Mi parto (segunda parte)

Pasadas las horas de dilatación, y llegado el momento del expulsivo todo se para, es el momento cumbre, donde voy a participar en el nacimiento de mi hijo, mi marido por fin ve que la espera termina.
Lo siguiente pasó muy rápido, mi matrona vino a hacer un tacto para ver como iba la cosa, y para mi sorpresa se dirigió esta vez al Señor J: "Uy, quieres ver la cabeza de tu hijo".
Empezaron a traen carritos, la cuna para el pediatra y le trajeron un batín verde al Señor J para no mancharse y le cubrieron las zapatillas. Ahí empecé a llorar, me puse un poco nerviosa y tenía miedo, pero estaba ilusionada. Ya llegaba el momento que tanto estaba esperando, iba a convertirme en madre en cuestión de minutos.
Entró mucha gente, enfermera, pediatra, matrona, ginecólogo y matrona en prácticas. Me subieron la cama y me pusieron las piernas en posición. Mi bebé estaba listo, me agarré a las barras y esperé instrucciones del médico. "Empuja!" Me salieron las fuerzas de las mismísimas entrañas. "Para!" la matrona y el ginecólogo vieron que podía desgarrarme por una parte, pero que al no ser una zona peligrosa no harían corte y dejarían que se desgarrara solo. "Empuja de nuevo!" Volví a empujar. Cabeza fuera. Con el esfuerzo no escuché el "Para!", y empujé más de la cuenta, lo que me produjo el desgarro. Mi niño venía con una vuelta de cordón pero con la mano entre el cuello y el cordón, por lo que no hubo problema, aunque en ese momento cualquier cosa te pone el corazón a 100. El ginecólogo enseguida quitó el cordón y me volvió a decir que empujara. Mi bebé salió. Cortaron el cordón y me lo pusieron encima.
No puedo llegar a este momento sin una lágrima y un suspiro, para mi fue un momento muy intenso, rompí a llorar y creo que el papá también se emocionó. Mi niño lloraba con fuerza, estaba calentito y muy resbaladizo. Era increíble tenerle en brazos. Estaba en ese momento que tanto había soñado, que tantos vídeos y fotos había visto, que tan lejano e imposible veía. Era mi momento, nuestro momento, el nacimiento de nuestro hijo.
El pediatra lo examinó, yo le pregunté varias veces si estaba bien, no pude verle entero por la postura, pero me lo devolvió a los dos minutos diciéndome que estaba muy sano. Me ayudaron a ponerle al pecho. Se enganchó enseguida y empezó a succionar. Qué dolor! Pero que bonito. Con 10 minutos de vida y ya enganchado, qué gozada.
A todo esto el ginecólogo seguía cosiendo... "Solo han sido 3 puntos", pero ya había dado bastantes más. Sufrí un pequeño desgarro exterior de 3 puntitos, algo pequeño, pero por dentro fue algo más que no quiso ni decirme, pero que no me preocupara que lo dejaría todo perfecto. Se lo enseñó a mi marido (qué cosas) ya que las curas tendría que hacerlas él.
No me dejaron llevarlo en brazos hasta la habitación (protocolos del hospital), asique llegó en brazos de su padre a conocer a sus abuelos que esperaban ansiosos.
Nació a las 9 de la noche, 12 horas de parto, pesó 3,010 y midió 51 cm.
Un precioso bollito de leche que nos hizo inmensamente felices.


Señora S.